"EL TIEMPO DE LAS CANCIONES" Exposición colectiva en la galería My name's Lolita Art. Madrid.
Este jueves día 12 de febrero se inaugura en My name's Lolita una exposición colectiva comisariada por el artista Dis Berlín.
La propuesta que nos hizo fué que eligieramos una canción para ilustrarla en formato portada de "single" (vinilo de 45rpm), es decir respetando las dimensiones de 18x18 cm.
Y la verdad es que no resultaba fácil para mi porque, sinceramente, en general me cuesta ilustrar ideas ajenas, así que deseché muchas canciones que me encantan pero que era incapaz de convertir a imágenes.
Al final elegí una de Bob Dylan, un fecundísimo "hacedor" de canciones que siempre he disfrutado escuchando. Y no, no es "When I paint my masterpiece" ni "She belongs to me" (She's got everything she needs, She's an artist, she don't look back, She's got everything she needs, She's an artist, she don't look back, She can take the dark out of the nighttime, And paint the daytime black,..), las dos son demasiado "oscuras" para mi. La ganadora fué "I'll be your baby tonight", canción sencilla donde las halla y que invita a disfrutar (al menos por una noche). Es de las que siempre canto mientras la escucho sonar.
Al final elegí una de Bob Dylan, un fecundísimo "hacedor" de canciones que siempre he disfrutado escuchando. Y no, no es "When I paint my masterpiece" ni "She belongs to me" (She's got everything she needs, She's an artist, she don't look back, She's got everything she needs, She's an artist, she don't look back, She can take the dark out of the nighttime, And paint the daytime black,..), las dos son demasiado "oscuras" para mi. La ganadora fué "I'll be your baby tonight", canción sencilla donde las halla y que invita a disfrutar (al menos por una noche). Es de las que siempre canto mientras la escucho sonar.
"I'll be your baby tonight, (Bob Dylan)" Acrílico sobre tela, 18x18 cm.
En la Galería
My Name’s Lolita Art. Calle Almadén,
12, bajo. Madrid. Desde el 13 de Febrero.
Acabo con un texto del comisario sobre la exposición.
45
RPM
Esta
exposición es un homenaje a las canciones.
Quienes tuvimos la suerte de
tener tocadiscos de jovencitos, paladeábamos la música canción a
canción en los discos de 45 rpm. A parte del encanto de sus
portadas, en ellos estaba generalmente lo mejor de los LP’S.
El
impulso de querer escuchar determinada canción, tenía la
ritualización inevitable de sacar el vinilo de su funda, colocarlo
en el giradiscos y finalmente con delicadeza posar la aguja. Antes de
esto, estaba la decisión de elegirla entre todas las que nos
tentaban en la tienda discos, pues era un objeto caro.
Ahora
que la música parece llovida del cielo, con Spotify o los MP3, los
tres minutos que solía durar una canción, ya no son el formato con
el que se suele disfrutar la música. El mismo empacho se ha impuesto
en los interminables CD’s, frente a la más o menos media hora que
duraban los LP’S.
Me
temo que ese cambio no es algo que tiene solo que ver con la forma en
que se reproduce la música, sino con la esencia de lo que es o no es
una canción.
Hoy
mucha gente confunde “temas” con “canciones”. Simplificando,
la diferencia entre uno y otro sería que un tema se nos olvida a los
pocos minutos de haberlo oído; una canción, buena o mala, se nos
graba, a veces a fuego, en nuestra memoria. Basta una ráfaga de
notas de una canción que no escuchábamos hace años, para que cobre
vida de nuevo. Un tema, debido a su naturaleza amorfa, nace de la
nada y se va al olvido. Una canción, a veces a pesar nuestro, es un
“alien” que vivirá para siempre dentro de nuestra mente o de
nuestro corazón.
El
título que he elegido para esta exposición es la frase con la que
suele iniciar su programa “Islas de Robinson”, Luis de Benito en
Radio 3. Un programa que, al igual que el imprescindible “Flor de
pasión” de Juan de Pablos, recomiendo siempre a los fanáticos de
las canciones.
Aunque,
por desgracia, es raro que nos pidan portadas a los pintores, somos
probablemente el gremio que más música consume y que por lo tanto
más disfrutamos de su influencia.
Dis
Berlin