9 feb 2017

PROYECTO LINEA ITALIANA.



LINEA ITALIANA. Installation view at SetUp Contemporary Art Fair 2017.
La galería Siboney me pidió un proyecto para mostrar en enero de 2017 dentro de la sección Drawing the World comisariada por Mónica Álvarez de Careaga, incluida en la feria SetUp de Bolonia, Italia.

Acepté entusiasmada la petición, no todos los días te dan la excusa para viajar a la cuna de Morandi. Y Puse en marcha una práctica habitual en mi trabajo; iniciar un rastreo en busca de cosas aparentemente ordinarias de mi entorno cotidiano, que, esperaba, me sirvieran para desarrollar un acercamiento al tema.

El producto de esa primera prospección fue sorprendente, yo no imaginaba que pudiera salir a la luz todo un reguero de nexos casuales y sintonías personales con el diseño italiano más emblemático del s.XX. Así que de inmediato quise registrar con ayuda de dibujos todos los vínculos que iba descubriendo y que me unían de algún modo a esas piezas de diseño. 
 
LINEA ITALIANA diagram.

El resultado es LÍNEA ITALIANA, una instalación de pared donde hago recuento de esa investigación. Le he dado la forma de un diagrama, en el cual además de los muebles que he podido inventariar en primera persona  he añadido algunos homenajes a modo de eslabón para conseguir que el relato vaya enlazandose. 




installation view (project in my studio)

Morandi's bed at his studio.


He tomado como punto de partida la ciudad de Bolonia donde nació, vivió y trabajó el pintor Giorgio Morandi. El primer dibujo es una escena de su estudio, que se conserva con el resto de sus cosas y enseres en su casa, ahora Museo Morandi. Alguna de sus salas está amueblada con la silla Plia, objeto de culto y superventas desde el año 1968, obra del también boloñés Giancarlo Piretti para Anonima Castelli. Se sigue vendiendo en la actualidad y ha inspirado numerosas imitaciones. Identifico una silla Plia en el local de mi amigo el artista Ramón Mateos en Madrid, otra que mi amigo Pelayo Varela tiene en su estudio, y una versión muy conseguida fabricada en España en los años 80, que está en una cocina familiar en Palencia.



Casa museum Morandi

 
Installation view



De Bolonia, procedía otro de los editores de muebles más interesantes del siglo pasado, el audaz Dino Gavina. Quien fue el primero en obtener los derechos para producir en serie los diseños de Marcel Breuer, entre otros la silla Wassily. En este punto detecto una nueva conexión, resulta que la silla plegable que regalamos unas navidades a mi suegro, es el modelo Praia, inspirado en un diseño anónimo del s. XIX.  y comercializado en los años 60 por Gavina Spa.

 
Dino Gavina portrait by Margarita Ceccini

 
Praia Tripolino chair.


Praia chair at my father in law's house. Palencia

Omaggio Andy Warhol stools.



Dino Gavina impulsó varias firmas de muebles, una de ellas, Simon, editó entre otros, el Taburete Homenaje a Andy Warhol en 1972.
Gavina procuró reclutar a los mejores arquitectos y diseñadores del momento, como Vico Magistretti quien ideó en 1962 para Gavina Spa la mutante mesa de centro Caori, cuyos lados y tapa se abrían para  diferentes usos. Este arquitecto milanés trabajó para muchos otros fabricantes, para Artemide hizo en 1969 la silla Selene y en 1970 la butaca Gaudi, y precisamente estos dos asientos llamaron hace unos años mi atención en el Instituto Italiano de Cultura de Madrid, y conservo unas fotos que les saqué en aquella ocasión. En 1959 creó Magistretti la silla Carimate para Cassina.


Caori Ttable

Carimate chair


Carimate livingroom

 
Con esta misma casa dos años antes diseñó Gio Ponti la elegante silla Superleggera.  Y remontándonos más atrás, en 1940 fue el polifacético Carlo Mollino quien hizo una silla para Lisa y Gio Ponti

Gio Ponti with his chair

Superleggera Chair


Chair for Lisa and Gio Ponti





También he averiguado que los muebles que decoran el salón del apartamento propiedad de unos amigos donde hemos pasado unos días el pasado agosto son todos piezas originales de la época más brillante del diseño “Made in italy”. Durante esos días de verano, no sabía que las mesitas apilables donde apoyábamos las cosas son las Marema, creadas por GianFranco Frattini en 1967 para Cassina. La mesa baja del salón en la que jugaban a las cartas los niños es el mueble bar Bacco, obra de Sergio Mazza de 1967 para Artemide, y las butacas de colores se llaman Gaia, son de Carlo Bartoli, fueron producidas por Artflex  en 1965 y forman parte de la colección permanente de diseño del MOMA. 

 
Marema side tables


Bacco bar table

 
Gaia armchair


Zas family living room


Summer apartment. Zas family. Galicia.



Con el arquitecto y diseñador Carlo Bartoli tengo otro nexo, ya que en mi estudio se encuentran dos ejemplares de su silla 2875 heredados,  que vende Kartell desde 1970. Y se que mi amigo Pelayo Varela tiene varias en su casa estudio de Javea.

 
 Kartell 2875 chairs


Pelayo Varela studio. 2875 white chair

View of the Installation




Durante años he dado diversos utilidades a un módulo de plástico naranja que recogí en la calle cerca de mi antiguo estudio. Hoy sirve de mesilla de noche a mi hija y se que es una Unidad Apilable de Almacenaje 4970/84, diseñada por Anna Castelli en el 67 para Kartell.


My daughters bedroom with the 4970/84 unit
A bedroom from the late 60's with the 4970/84 unit



La lista se cierra en mi casa, en Madrid, con otro de mis “hallazgos callejeros” que ha dejado de ser anónimo. Los dos taburetes que tuve la pulsión de rescatar, porque me parecieron especiales, después de que alguien los hubiera abandonado en la basura. Se llaman Efebo y son obra del americano Stacy Dukes, para la empresa Artemide de Milán en 1966.
My two efebo stools. In my garden.
Efebo stools


8 feb 2017

DIALOGOS LYNCH. 10 Artistas, 50 Dibujos originales en 5 Carpetas. Y ahora 1 Libro.


 

Ayer me llegó desde Valencia el libro Diálogos Lynch. Diseñado y editado por la Editorial FIRE DRILL, recoge el segundo proyecto de carpetas de dibujos originales que la editorial, en colaboración con encapsulados, puso en marcha con la que dedicaron al Walden de Thoreau en 2014.

En la web de FIRE DRILL teneis toda la información sobre la carpeta Lynch


Siempre que mis amigos valencianos me escriben para contarme alguno de sus planes, digo que si. Acepto, incluso cuando de entrada me parece que va a resultar difícil de encajar la propuesta en mi trabajo, porque es precisamente ese reto de salir fuera de mi zona de confort, lo que hace interesante y apetecibles sus proposiciones. Así me ocurrió con la invitación a participar en esta carpeta de dibujos. Me preocupaba porque aunque Lynch me gusta mucho, mi nivel de fanatismo y conocimiento de su obra está unos grados por debajo del de ellos. Pero conocía el resultado de la anterior iniciativa (Walden), y me gustaba tanto, que me sentí feliz y halagada de que me pidieran formar parte de esta nueva.

Y la cosa tampoco parecía tan complicada, Me pedían solamente 5 dibujos que se unirían a los de 10 artistas para integrar las 5 Carpetas de Diálogos Lynch. Todo está en el libro, que además suma 5 textos de los autores. Con la mayoría de ellos me une una amistad de muchos años, y por eso para mí, mirar los 50 dibujos resultantes más que una conversación con Lynch, es una feliz ocasión de tertulia con amigos y colegas. Otra bonificación extra aparejada a este proyecto es que para realizarlo tuve que llevar a cabo la placentera tarea de revisar algunas películas del director americano que tenía bastante olvidadas.

2 imágenes de las carpetas

Los artistas participantes son Juan Cuellar, Paco de la Torre, Dis Berlín, Mª José Gallardo, Angel Mateo Charris, Jöel Mestre, Roberto Mollá, Jorge Tarazona y Teresa Tomás.

Incluyo en esta entrada mis 5 imágenes más una extra, y el breve escrito que aporté al libro. 
 
Espigando en el país de Lynch.
Hace unos meses haciendo zapping durante la sobremesa di con un programa llamado American PIckers. No habían transcurrido ni 10 minutos cuando ya estaba totalmente enganchada.
Se trata de un reality show protagonizado por Mike Wolfe y Frank Frizt, dos joviales anticuarios (aunque ellos prefieren referirse a si mismos como recolectores o cazatesoros). Juntos se dedican a rastrear la America más profunda. Conducen su furgoneta por carreteras secundarias,  mientras atraviesan paisajes del medio Oeste, el Este o el Sur de los Estados Unidos. Van parando allí donde creen que pueden hallar material interesante, rebuscando en desguaces, chatarrerías, garajes, cobertizos, graneros, negocios ya cerrados o casa particulares. Con las pistas que les proporciona su ayudante Danielle localizan a posibles vendedores de lo que ellos denominan “oro oxidado”.
En esas búsquedas se van topando con toda clase de traperos, chatarreros, acaparadores, coleccionistas ocasionales, etc. Siempre alucino al ver a esa gente tan peculiar que habita entre  auténticas montañas de lo que a primera vista parecen deshechos y trastos viejos. Disfruto muchísimo viendo como Mike y Frank negocian y regatean por artículos que mucha gente consideraría basura, y sin embargo de los que a esas personas singulares que los acumulan les cuesta tanto desprenderse. En más de un episodio he visto como fracasaban en el intento de lograr que un anciano, con aspecto de indigente y que vive sepultado por montones de mugre y herrumbre, les vendiera alguna de sus “preciadas” posesiones.
Mi dialogo con Lynch consistió en una expedición a su ultramundo americano a semejanza de las que realizan los American Pickers. Al mirar las películas  me veía a  mi misma recorriendo aquellos territorios a la búsqueda de cosas, cruzándome  por el camino con  todos esos personajes peculiares, tipos estrafalarios y a menudo siniestros. Reconozco haber pasado algo de miedo en la carretera, pero a cambio la recolección resultó magnífica. Aquellas tierras son un filón para una cazatesoros como yo. Allí localicé: ceniceros (uno con forma de piano y otro de alce), un bastón extensible con tres topes, una pinza de alcanzar objetos, un palo de golf, una lámpara con diseño de tronco de árbol, una radio decorada con una figura de caballo, varias tazas de café, mobiliario variado de los 50, una chupa de piel de serpiente, una bata de terciopelo azul, botas de cowboy, un zapato ortopédico, teléfonos de pared y de mesa, cortinas,  telones, escenarios, micrófonos, moquetas de estampados geométricos, porcelanas de animales, un juguete mecánico de una sirena, una llave, y muchas otras piezas extraordinarias.
Una de esas piezas, un remolque casero bastante bien apañado, me sirvió de contenedor para mi mercancía y también como refugio improvisado durante la excursión. Gracias a él pude regresar trayendo conmigo todo el precioso botín. Espero conservar estas joyas  durante mucho tiempo.
Octubre 2016.
Teresa Moro

“(MUEBLES MOTEL) READY MADE D. LYNCH 1” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Fabriano 200 gr.





 “(CENICERO) READY-MADE D. LYNCH 3” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Arches 185 gr.

“SILLÓN HOTEL Y ANDADOR NEW ORLEANS” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Arches 185 gr. 


“SOFÁ  Y PALO DE GOLF L.A.” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Arches 185 gr.


“ (LÁMPARA ÁRBOL) READY MADE D. LYNCH 4” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Fabriano 200 gr.




 “ (BOTAS) READY MADE D. LYNCH 2” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Fabriano 200 gr.