8 feb 2017

DIALOGOS LYNCH. 10 Artistas, 50 Dibujos originales en 5 Carpetas. Y ahora 1 Libro.


 

Ayer me llegó desde Valencia el libro Diálogos Lynch. Diseñado y editado por la Editorial FIRE DRILL, recoge el segundo proyecto de carpetas de dibujos originales que la editorial, en colaboración con encapsulados, puso en marcha con la que dedicaron al Walden de Thoreau en 2014.

En la web de FIRE DRILL teneis toda la información sobre la carpeta Lynch


Siempre que mis amigos valencianos me escriben para contarme alguno de sus planes, digo que si. Acepto, incluso cuando de entrada me parece que va a resultar difícil de encajar la propuesta en mi trabajo, porque es precisamente ese reto de salir fuera de mi zona de confort, lo que hace interesante y apetecibles sus proposiciones. Así me ocurrió con la invitación a participar en esta carpeta de dibujos. Me preocupaba porque aunque Lynch me gusta mucho, mi nivel de fanatismo y conocimiento de su obra está unos grados por debajo del de ellos. Pero conocía el resultado de la anterior iniciativa (Walden), y me gustaba tanto, que me sentí feliz y halagada de que me pidieran formar parte de esta nueva.

Y la cosa tampoco parecía tan complicada, Me pedían solamente 5 dibujos que se unirían a los de 10 artistas para integrar las 5 Carpetas de Diálogos Lynch. Todo está en el libro, que además suma 5 textos de los autores. Con la mayoría de ellos me une una amistad de muchos años, y por eso para mí, mirar los 50 dibujos resultantes más que una conversación con Lynch, es una feliz ocasión de tertulia con amigos y colegas. Otra bonificación extra aparejada a este proyecto es que para realizarlo tuve que llevar a cabo la placentera tarea de revisar algunas películas del director americano que tenía bastante olvidadas.

2 imágenes de las carpetas

Los artistas participantes son Juan Cuellar, Paco de la Torre, Dis Berlín, Mª José Gallardo, Angel Mateo Charris, Jöel Mestre, Roberto Mollá, Jorge Tarazona y Teresa Tomás.

Incluyo en esta entrada mis 5 imágenes más una extra, y el breve escrito que aporté al libro. 
 
Espigando en el país de Lynch.
Hace unos meses haciendo zapping durante la sobremesa di con un programa llamado American PIckers. No habían transcurrido ni 10 minutos cuando ya estaba totalmente enganchada.
Se trata de un reality show protagonizado por Mike Wolfe y Frank Frizt, dos joviales anticuarios (aunque ellos prefieren referirse a si mismos como recolectores o cazatesoros). Juntos se dedican a rastrear la America más profunda. Conducen su furgoneta por carreteras secundarias,  mientras atraviesan paisajes del medio Oeste, el Este o el Sur de los Estados Unidos. Van parando allí donde creen que pueden hallar material interesante, rebuscando en desguaces, chatarrerías, garajes, cobertizos, graneros, negocios ya cerrados o casa particulares. Con las pistas que les proporciona su ayudante Danielle localizan a posibles vendedores de lo que ellos denominan “oro oxidado”.
En esas búsquedas se van topando con toda clase de traperos, chatarreros, acaparadores, coleccionistas ocasionales, etc. Siempre alucino al ver a esa gente tan peculiar que habita entre  auténticas montañas de lo que a primera vista parecen deshechos y trastos viejos. Disfruto muchísimo viendo como Mike y Frank negocian y regatean por artículos que mucha gente consideraría basura, y sin embargo de los que a esas personas singulares que los acumulan les cuesta tanto desprenderse. En más de un episodio he visto como fracasaban en el intento de lograr que un anciano, con aspecto de indigente y que vive sepultado por montones de mugre y herrumbre, les vendiera alguna de sus “preciadas” posesiones.
Mi dialogo con Lynch consistió en una expedición a su ultramundo americano a semejanza de las que realizan los American Pickers. Al mirar las películas  me veía a  mi misma recorriendo aquellos territorios a la búsqueda de cosas, cruzándome  por el camino con  todos esos personajes peculiares, tipos estrafalarios y a menudo siniestros. Reconozco haber pasado algo de miedo en la carretera, pero a cambio la recolección resultó magnífica. Aquellas tierras son un filón para una cazatesoros como yo. Allí localicé: ceniceros (uno con forma de piano y otro de alce), un bastón extensible con tres topes, una pinza de alcanzar objetos, un palo de golf, una lámpara con diseño de tronco de árbol, una radio decorada con una figura de caballo, varias tazas de café, mobiliario variado de los 50, una chupa de piel de serpiente, una bata de terciopelo azul, botas de cowboy, un zapato ortopédico, teléfonos de pared y de mesa, cortinas,  telones, escenarios, micrófonos, moquetas de estampados geométricos, porcelanas de animales, un juguete mecánico de una sirena, una llave, y muchas otras piezas extraordinarias.
Una de esas piezas, un remolque casero bastante bien apañado, me sirvió de contenedor para mi mercancía y también como refugio improvisado durante la excursión. Gracias a él pude regresar trayendo conmigo todo el precioso botín. Espero conservar estas joyas  durante mucho tiempo.
Octubre 2016.
Teresa Moro

“(MUEBLES MOTEL) READY MADE D. LYNCH 1” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Fabriano 200 gr.





 “(CENICERO) READY-MADE D. LYNCH 3” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Arches 185 gr.

“SILLÓN HOTEL Y ANDADOR NEW ORLEANS” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Arches 185 gr. 


“SOFÁ  Y PALO DE GOLF L.A.” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Arches 185 gr.


“ (LÁMPARA ÁRBOL) READY MADE D. LYNCH 4” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Fabriano 200 gr.




 “ (BOTAS) READY MADE D. LYNCH 2” 2015. 21 x 29,7 cm. Gouache /Papel acuarela Fabriano 200 gr.